10-o: Día de la salud Mental (escrito en el 2009)

A veces la sociedad es una sociedad ignorante, en el caso de las enfermedades mentales aún más. Si se hiciese un examen a los ciudadanos o individuos de esta nuestra sociedad predominante sobre el conocimiento de las enfermedades mentales, apenas una pequeñísima parte de ellos o ellas aprobaría y la mayoría, aparte de suspender, quedaría como analfabeto.
Después de mucho tiempo, hay gente que además de llevar años padeciendo la enfermedad, que en ocasiones se transforma en un verdadero infierno para el paciente, debe de padecer el desplante, las miradas despectivas y el rechazo generalizado de la mayoría. Enfermos que deben de vivir con ese estigma que se ha creado alrededor de su enfermedad, creencias tan absurdas como pensar que toda persona con enfermedad mental debe de ser peligroso o violento. Algo muy alejado de la realidad porque ésta es diferente y los estudios demuestran lo contrario: la persona con enfermedad mental es menos agresiva que el resto de la sociedad, especialmente si se encuentran en tratamientos. Es cierto que se dan casos de violencia en este colectivo, pero muy por debajo de otros y en el caso de personas con enfermedad mental siempre bajo los efectos de la propia enfermedad.
Por su naturaleza, al ser humano todo lo desconocido le da miedo, es por esto que al desconocer a este colectivo sea reacio a acercarse estas personas. Pero también porque somos sabedores de que no estamos exentos de padecer en alguna etapa de nuestra vida algún trastorno mental. Seguramente conocemos a muchas personas que son enfermos mentales a las cuales apartamos de nuestro entorno por desconocer las características de su enfermedad, y las cifras nos remitimos: en España al menos un 15% de la población padecerá un trastorno mental a lo largo de su vida y un 3% de los adultos tiene un trastorno mental grave que dificulta intensamente su vida en aspectos básicos como las relaciones sociales, el empleo, o la vivienda autónoma.
La realidad es que se van aumentado los recursos destinados a este colectivo, tanto en el ámbito público como privado, pero, y sin ser asunto menor, aún es necesario moverse más y crear más recursos que posibiliten el tratamiento en todo su contexto, tanto en lo sanitario como en lo social y laboral, para que la persona con enfermedad mental pueda vivir el pleno desarrollo de su bienestar.
Si imaginar es gratis, imaginemos que todos formamos parte de esa red, que puede y debe hacer posible que un día en verdad hablemos de igual manera sobre este tema, como se habla con toda la normalidad de otro tipo de enfermedades, donde al contrario que con la enfermedad mental, al enfermo incluso se le acepta y ayuda, es decir se ve normalizado por nuestra sociedad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció el 10 de octubre como el Día Mundial de la Salud Mental con el objetivo de mostrar la realidad de todas aquellas personas que padecen alguna enfermedad mental, para defender los derechos humanos y la salud de todos los afectados.
Por todo ello espero que no solo en el Día de la Salud Mental, nos acordemos de que estas personas existen y hay que ayudarles, sino todo el año.